La reciente decisión de Cort de cerrar provisionalmente la Plaza de Toros de Palma ha causado un auténtico revuelo en el barrio. ¿Cómo es posible que un lugar que ha sido punto de encuentro y alegría para muchos, ahora tenga que apagar sus luces? Desde Es Coliseu, quienes gestionan este espacio cultural, han salido al paso para aclarar que, aunque sus eventos siempre han respetado el límite autorizado de 100 decibelios, hay factores más complejos en juego.
Una historia con múltiples voces
Y es que la cercanía de las viviendas y la acústica del recinto no son los únicos responsables de las molestias. Ellos mismos lo dicen: “Las molestias registradas en los últimos años no se deben solo a nuestra actividad”. Este problema va más allá y parece ser parte de una situación estructural preexistente que ya se había documentado con mediciones acústicas anteriores. Es un tema delicado y lleno de matices.
Agradecen sinceramente el apoyo recibido por parte de la Associació de Veïns Coliseum, comercios y residentes que siempre han estado ahí, respaldando su labor cultural y comunitaria. En estos momentos difíciles, esa comunidad se siente más unida que nunca.
El equipo de Es Coliseu está trabajando arduamente para implementar mejoras acústicas. Quieren asegurarse de que su regreso sea a lo grande y cumpla con todas las normativas vigentes. Además, han confirmado que las entradas para los eventos afectados serán gestionadas conforme a las políticas actuales de devolución o aplazamiento.
Su mensaje es claro y esperanzador: “volveremos con nuevos conciertos, espectáculos y propuestas culturales para todos”. Así que mientras tanto, nos quedamos esperando ese retorno lleno de arte y vida.

