MADRID, 5 de diciembre. En un nuevo capítulo de la guerra contra el narcotráfico, el Mando Sur del Ejército de Estados Unidos ha informado sobre la muerte de cuatro hombres a bordo de una embarcación que fue bombardeada este jueves en aguas del Pacífico. Todo esto forma parte de una operación que desde septiembre ha cobrado más de 80 vidas en esta vasta región y en el Caribe.
El 4 de diciembre, la Fuerza Operativa Conjunta ‘Lanza del Sur’ lanzó lo que ellos denominan un ataque cinético letal contra un buque vinculado a una organización considerada terrorista. Así lo anunció el propio mando a través de sus redes sociales, asegurando que habían eliminado a cuatro narcoterroristas. Pero, ¿es realmente esta la solución?
Sangre derramada en nombre de la justicia
Como es habitual en estos casos, las fuerzas armadas justifican sus acciones bajo el paraguas del secretario de Defensa, Pete Hegseth. Aseguran que su inteligencia había confirmado que la embarcación transportaba narcóticos ilícitos, navegando por una ruta ya conocida por ser utilizada para el tráfico en el Pacífico oriental.
A principios de esta semana, Hegseth afirmó que apenas están empezando con estos ataques y que antes del último bombardeo ya se habían registrado 82 víctimas mortales en 21 operaciones previas. Nos preguntamos: ¿hasta cuándo se seguirá jugando con vidas humanas bajo pretextos tan frágiles?

