En un giro inquietante de los acontecimientos, la primera ministra de Lituania, Inga Ruginiene, ha alzado la voz este jueves para señalar que los lanzamientos de globos con material contrabandeado desde Bielorrusia podrían ser considerados actos de terrorismo. La situación es seria; estos globos han llevado a la suspensión del tráfico aeroportuario en el país en múltiples ocasiones. «Estamos hablando de seguridad aérea y del Derecho Internacional. Estas acciones no pueden quedarse sin respuesta», enfatizó Ruginiene, quien no dudó en calificar como «inaceptable» que Bielorrusia retenga camiones en la frontera mientras lanza globos hacia instalaciones críticas.
Un clamor por la seguridad europea
La primera ministra también compartió que ha recibido el apoyo incondicional de Estados Unidos ante esta situación alarmante. Entre el miércoles y el jueves, el aeropuerto de Vilna tuvo que cerrar sus puertas hasta tres veces debido a estas amenazas. Aunque hasta ahora no se han derribado los globos, Ruginiene dejó claro que las Fuerzas Armadas están listas para actuar, utilizando todos los recursos necesarios si las circunstancias lo requieren.
“Europa ya está interesada en nuestra experiencia”, dijo Ruginiene, agregando que todos comprenden que esto representa una nueva amenaza a la que nadie estaba preparado. Se avecinan decisiones difíciles y se comprometió a hacer “todo lo posible para asegurar la tranquilidad de nuestra gente”, tal como informó LRT.
A finales de octubre, Lituania tomó medidas drásticas cerrando pasos fronterizos clave como Medininkai y Salcininkai, argumentando razones relacionadas con el aumento del contrabando aéreo. En respuesta a esta acción defensiva, Bielorrusia ha retenido más de 1.000 vehículos lituanos alegando motivos de seguridad.
No solo eso; hace dos semanas, el Ministerio de Exteriores lituano envió una nota formal protestando ante la Embajada bielorrusa por estas «acciones discriminatorias» del régimen autoritario bielorruso hacia sus transportistas. Y como si fuera poco, Lituania cerró su espacio aéreo con Bielorrusia en agosto por temor al creciente número de globos contrabandistas. Esta medida se mantendrá vigente hasta al menos febrero del 2026, cuando inicialmente estaba previsto levantar las restricciones.

