En una movilización que no pasa desapercibida, más de 200 artistas y figuras influyentes del ámbito cultural han alzado su voz para exigir la liberación de Marwan Barghouti, un preso palestino que lleva encerrado más de dos décadas. Esta poderosa carta es parte de la campaña ‘Liberar a Marwan’, en la que se denuncia el trato inhumano que está sufriendo y la negación sistemática de sus derechos básicos.
Un grito global por justicia
Entre los firmantes se encuentran nombres reconocidos como el actor británico Stephen Fry, el icónico músico Paul Simon, y actores aclamados como Mark Ruffalo, Benedict Cumberbatch e incluso Tilda Swinton. Todos ellos comparten una profunda preocupación por las condiciones en las que Barghouti está siendo tratado, resaltando su importancia no solo como activista sino también como una figura política clave, considerado un posible sucesor del presidente Mahmoud Abbas.
A medida que se intensifica esta campaña, se hace eco una petición clara: “Pedimos a Naciones Unidas y a todos los gobiernos que actúen con determinación para conseguir su libertad”. Esta situación nos invita a reflexionar sobre lo que significa luchar por nuestros derechos en un contexto donde muchos son silenciados. ¿Acaso deberíamos quedarnos callados ante tal injusticia?

