El colegio donde trabajaba la mujer apuñalada por su expareja no ha podido quedarse callado ante el horror de esta agresión. Hoy, han convocado una concentración en señal de protesta y apoyo. La violencia machista ha llegado a un punto insostenible y todos, desde instituciones hasta sindicatos, han alzado la voz para exigir un cambio real.
Una lucha que nos afecta a todos
En el marco de las recientes manifestaciones del 25-N, que clamaban contra este tipo de violencia, queda claro que no podemos mirar hacia otro lado. ¡Es hora de actuar! La sociedad está cansada; cada día vemos más casos y menos respuestas efectivas. El dolor y el miedo ya no son solo palabras vacías, son experiencias vividas por muchas.
Como ciudadanos, tenemos la responsabilidad de levantar la voz. Lo que le ocurrió a esta mujer podría pasarle a cualquiera de nuestras madres, hermanas o amigas. Necesitamos un compromiso firme para erradicar estos comportamientos que tiran por la borda nuestra humanidad.
No podemos seguir permitiendo que los hombres actúen con impunidad ni tolerar actitudes que fomentan el odio y la violencia. En este momento crucial, es fundamental apoyar iniciativas como las del colegio afectado; ellos están mostrando el camino hacia una comunidad más segura y solidaria.

