En un giro que no deja de indignar, un tribunal de Irán ha decidido condenar al aclamado director de cine Jafar Panahi a un año de prisión por «rebeldía». Esto ocurre meses después de que su película ‘Un simple accidente’ le valiera la Palma de Oro en el Festival de Cannes. La noticia nos llega a través de su abogado, Mostafá Nili, quien en un mensaje cargado de frustración en su cuenta de X, ha revelado que además se le impone una prohibición para salir del país durante dos años. Curioso, ¿no? Panahi está actualmente fuera del país y así lo seguirá siendo mientras se tramita la apelación.
Un creador entre rejas
Parece increíble pensar que este cineasta ya había estado encerrado antes. Después de 15 años con restricciones para abandonar Irán y varios meses en prisión, finalmente pudo salir el pasado mayo. Todo esto tras una dura huelga de hambre en la célebre cárcel de Evin. Este es un claro ejemplo del trato desmedido hacia aquellos que solo buscan expresar su arte libremente. En fin, ¿dónde queda la libertad creativa? La historia del director nos recuerda lo frágil que puede ser la libertad en ciertas partes del mundo y cómo artistas como él son imprescindibles para mantener viva la llama del compromiso social y político.

