En un movimiento que no pasa desapercibido, el Ministerio de Defensa de Países Bajos ha decidido reforzar su compromiso con Ucrania. Este martes, anunció la implementación de sistemas de misiles antiaéreos Patriot y NASAMS en un centro logístico vital para el envío de ayuda militar a este país, ubicado cerca del aeropuerto de Rzeszów, al sureste de Polonia. Y no se trata solo de tecnología; también despliegan alrededor de 300 soldados que permanecerán allí hasta junio de 2026.
Defensa y colaboración internacional
El ministro de Defensa neerlandés, Ruben Brekelmans, expresó con claridad: “De esta manera, protegemos el suministro logístico a Ucrania y defendemos el flanco oriental de la OTAN”. Es una declaración contundente que refleja la seriedad del compromiso. Pero eso no es todo. Este despliegue forma parte de una colaboración más amplia dentro de la OTAN. Antes, Alemania era la responsable de proteger estas instalaciones y ahora queda por ver quién tomará las riendas en junio del próximo año.
Aparte del armamento ya mencionado, los Países Bajos están también introduciendo sistemas antidrones en respuesta a las crecientes amenazas rusas sobre el espacio aéreo aliado. En los últimos meses, han sido constantes las alertas sobre drones y aviones rusos invadiendo espacios que deberían ser seguros para sus aliados.
Como si esto fuera poco, desde Países Bajos se ha confirmado un nuevo gasto significativo: 250 millones de dólares destinados a comprar armamento estadounidense que será enviado directamente a Ucrania como parte del programa PURL (Lista de Requisitos Prioritarios para Ucrania). La situación es compleja y cada decisión cuenta.

