Era un día cualquiera en Canet de Mar, un tranquilo rincón de Barcelona, cuando la rutina se rompió de manera inesperada. Todo comenzó cuando una cabra, perseguida por un perro que no le daba tregua, decidió que la mejor escapatoria era meterse en una farmacia local. Imagina la escena: clientes y trabajadores se quedaron boquiabiertos al ver cómo el animalito hacía su entrada triunfal, seguido del canino perseguidor.
Un momento para recordar
A medida que la cabra se adentraba en el establecimiento buscando refugio, algunos clientes optaron por subirse al mostrador, temerosos ante lo que pudiera hacer aquel visitante peludo. Pero aquí viene lo más curioso: el perro también entró tras ella y empezó a recorrer el lugar como si nada. La situación no tardó en convertirse en un espectáculo digno de ser grabado. La gente sacó sus teléfonos, maravillados ante la inusual situación.
Poco después, llegó un vecino con una escoba y entre risas logró sacar a la cabra agarrándola por los cuernos mientras los demás observaban atónitos. En cuestión de minutos apareció la Policía Local, junto al pastor del animal, quien explicó que todo estaba bajo control y que no había motivo para alarmarse.
Aquella tarde caótica se transformó rápidamente en anécdota y risas compartidas. Al final del día, lo único que quedó fue una historia divertida para contar y unas cuantas sonrisas en redes sociales.

