La noche de ayer, un coche se convirtió en protagonista de un incidente que podría haberse evitado. En el barrio de El Molinar, las lluvias hicieron su aparición y, como muchas veces sucede, el asfalto mojado traicionó a un conductor que perdió el control de su BMW blanco. El vehículo terminó estrellándose contra mobiliario urbano. Menos mal que, para nuestra suerte, no hubo heridos.
Lecciones bajo la lluvia
Los agentes de la Policía Local de Palma no tardaron en llegar al lugar del accidente y aseguraron la zona. A través de sus redes sociales, quisieron lanzar un mensaje claro sobre la prudencia al volante cuando las condiciones son adversas. Al fin y al cabo, todos hemos sentido ese deslizamiento incómodo cuando las ruedas dejan de tener agarre.
Las vallas de seguridad hicieron su trabajo y detuvieron el avance del vehículo antes de que fuera aún más lejos. Pero ¿cuántas veces tenemos que ver situaciones así para recordarlo? La Policía Local ha destacado tres reglas básicas que deberíamos grabarnos a fuego: reducir la velocidad, aumentar la distancia con otros coches y, por supuesto, evitar esos frenazos o giros inesperados que pueden provocar una tragedia.
No olvidemos: cada vez que llueve, es un aviso a navegantes. Mantengamos la calma y aprendamos a conducir con cabeza.

