Adnan Januzaj, el mediapunta del Sevilla, tenía todas las miradas puestas en él durante el enfrentamiento contra el Espanyol. Era la gran apuesta de Matías Almeyda, pero la suerte le volvió a dar la espalda. Apenas habían transcurrido 25 minutos cuando una falta de Carlos Romero lo dejó tendido en el césped, requiriendo atención médica. Aunque regresó al juego, no logró aguantar ni diez minutos más y se vio obligado a abandonar nuevamente el campo, llevándose las manos al muslo izquierdo.
Un momento desgarrador para Januzaj
La imagen que quedó grabada fue la de un jugador abatido en el banquillo, con lágrimas surcando su rostro mientras sus compañeros intentaban consolarlo. Este gesto reflejaba un mal presagio sobre la gravedad de su dolencia. Esta es ya la tercera vez que se ve afectado por lesiones esta temporada; ha jugado solo ocho partidos, tres como titular. Y cada vez que Almeyda le da una oportunidad, parece que la falta de continuidad juega en su contra.
Hoy mismo, Januzaj decidió compartir sus sentimientos a través de sus redes sociales: «Gracias a todos por vuestros mensajes y vuestro apoyo. No era lo que esperaba en este momento después de tanto esfuerzo diario. Pero hay que aceptarlo y seguir luchando. Estoy convencido de que volveré más fuerte que nunca. No es fácil para mí; cuando amas lo que haces y te obligan a parar es complicado».
El futbolista añade: «Voy a darlo todo para regresar aún más fuerte. Este desafío es solo un paso más en mi camino; ahora toca afrontarlo con determinación y paciencia». Un mensaje sincero y cargado de emoción que nos recuerda lo humano detrás del deporte.

