En el corazón de Palma, se encuentra un auténtico tesoro que guarda no solo trofeos, sino también recuerdos y emociones. Hablamos del Espanya Hoquei Club, un pilar en la historia del hockey sobre patines y en línea a nivel nacional. Su presidente, Mateu Martorell, ha dedicado más de medio siglo a este deporte, y su pasión es palpable en cada rincón del Bar España, el local que dirige con cariño.
Este bar no es solo un lugar para tomar algo; es el escenario donde se entrelazan las historias de los jugadores y los éxitos cosechados desde la Plaza de los Patines hasta el Velòdrom Illes Balears. En su salón social, se respira la esencia del club, mientras que arriba espera una modesta oficina repleta de recuerdos. Allí, Martorell ha ido almacenando cuidadosamente más de 400 trofeos, cada uno con su propia historia que contar.
Cuentos de victorias y esfuerzo
Entre esos trofeos brilla con luz propia el primer título europeo logrado por un equipo mallorquín: la President Cup de la temporada 2017/18. Junto a él, placas que recuerdan subcampeonatos europeos y bronces continentales también forman parte del legado. Ocho Ligas Élite, dos Copas del Rey y un subcampeonato de la Copa Princesa son solo algunos hitos que nos hablan de años de trabajo duro.
No podemos olvidar las categorías formativas; aquí el Espanya Hoquei Club también deja huella con seis campeonatos júnior, dos juveniles y otros tantos infantiles. La lista sigue con ligas nacionales infantiles y numerosos trofeos ganados en torneos amistosos. Además, hay una colección fascinante de carteles que adornan sus paredes, recordando cada gran evento al que han asistido o que han organizado.
Aquí no solo hay objetos; hay historias vivas que nos conectan a todos como comunidad. El Espanya Hoquei Club no es solo una entidad deportiva; es parte fundamental de nuestra identidad local. Un lugar donde cada victoria resuena en nuestros corazones.

