El Consell de Mallorca acaba de dar luz verde a unos presupuestos que han dejado a muchos con un sabor amargo. ¿Cómo es posible que en tiempos donde la lengua y la cultura deberían ser pilares fundamentales, se aprueben cifras sin ayudas directas al catalán? Esto, más que una simple decisión económica, se siente como un auténtico desdén hacia nuestra identidad.
Un verano marcado por la preocupación
A medida que avanzamos hacia el final del año, las cifras sobre la sinistralitat laboral también nos traen noticias. La baja del 9,6% este verano en comparación con el 2024 puede parecer alentadora a primera vista. Sin embargo, el contexto sigue siendo preocupante. Mientras tanto, desde el Govern se rinde homenaje a aquellos servicios y entidades que están al pie del cañón apoyando a las víctimas de violencia machista, recordándonos lo crucial que es atender lo urgente entre tanta controversia.
No podemos olvidar otras iniciativas como la inversión de tres millones en el Terreno hasta 2026 o la lucha contra el abandono escolar en formación profesional. Es evidente que hay retos importantes por delante y decisiones difíciles que tomar. Pero esto no debería ser excusa para olvidar nuestras raíces lingüísticas y culturales.

