En un hecho que ha levantado ampollas en la comunidad, la Policía Local de Palma ha interceptado a un chico de solo diecisiete años mientras conducía un coche lleno de fallos y peligros. No solo es preocupante que este joven no tuviera licencia, sino que también iba a lomos de un vehículo con la luna delantera rota y las luces apagadas, todo un peligro andante por las calles de Llevant.
Una noche para recordar
La escena se desarrolló el pasado 18 de noviembre alrededor de las siete de la tarde en la calle Barranquilla. Los agentes del Equipo Comunitario de Proximidad (ECOP) notaron algo raro: aquel coche no estaba en condiciones ni para estar estacionado. Fue entonces cuando decidieron actuar y dar el alto al conductor, que resultó ser un menor español sin ningún tipo de permiso.
A la hora de identificarse, el joven optó por jugar al despiste dando información falsa. Sin embargo, tras unas gestiones rápidas, los policías lograron ponerle nombre y apellidos y descubrir su verdadera edad. Al preguntarle cómo había conseguido el coche, él simplemente contestó que se lo habían «prestado». Pero eso no fue todo: el vehículo carecía del seguro obligatorio y tampoco tenía la ITV al día. Esto dejó claro que este chico había tirado a la basura cualquier norma básica sobre seguridad vial.
A raíz de esta intervención, el coche fue retirado al depósito municipal y los agentes informaron a los padres del menor sobre lo sucedido. La situación culminará con la remisión del atestado correspondiente a la Fiscalía de Menores. Sin duda, una historia más que nos recuerda lo importante que es cuidar nuestra seguridad en las carreteras.

