En un giro de los acontecimientos que ha dejado a todos con la boca abierta, la mujer acusada de provocar el incendio mortal en Eivissa ha salido a defenderse. En su declaración, negó rotundamente haber estado cerca de la casa de su suegro, donde ocurrió la tragedia que cobró vidas. “No me acerqué a su domicilio ni le prendí fuego”, afirmó con una mezcla de desesperación y determinación.
Una comunidad en shock
El ambiente es denso; la comunidad aún está asimilando lo sucedido. Este caso ha sacudido a Eivissa, donde el dolor por las pérdidas se entrelaza con la indignación hacia las circunstancias que rodean este evento devastador. Las palabras de la acusada intentan ofrecer una luz sobre un momento oscuro: “No soy culpable, y quiero que se sepa”. Mientras tanto, las autoridades han actuado rápidamente y han detenido a varios miembros del colectivo Aurora durante una manifestación reciente en Palma, lo que añade más tensión al clima social actual.
Así van las cosas: el drama humano detrás de esta historia no solo afecta a quienes perdieron sus vidas, sino también a aquellos que quedan atrapados en una telaraña de acusaciones e injusticias. La lucha por la verdad continúa, mientras cada día trae nuevas revelaciones y preguntas sin respuesta.

