En medio de un paisaje rural que parece cada vez más amenazado, Algaida ha decidido poner las cartas sobre la mesa. Ha nacido la Unitat Rústica, una iniciativa destinada a dar un poco de orden a un campo que ya no se parece al de antes. Pero, ¿es suficiente? Aquí en Sineu, la preocupación está en el aire: los socialistas claman por límites más estrictos para evitar que el municipio se convierta en un nuevo foco de macrogranges.
Un futuro incierto para nuestros campos
Mientras tanto, en otras partes de la isla, como Alaró, nos encontramos con situaciones preocupantes. Una avería dejó a los vecinos sin comunicación durante nada menos que 40 horas. ¡Increíble! La vida moderna nos hace depender tanto de esos servicios básicos que una caída así nos deja totalmente descolocados.
A medida que avanzamos hacia unas Navidades llenas de luces y alegría, no podemos ignorar lo que realmente está pasando a nuestro alrededor. Mil personas se emocionan con el encendido de luces en Palma, pero también es importante preguntarse: ¿qué hacemos por proteger nuestra tierra?
La historia familiar de muchas fincas sigue viva, y esa conexión es lo que nos une. Con todo esto en mente, hay algo claro: necesitamos hacer frente a los desafíos del monocultivo turístico y preservar lo que verdaderamente importa. El futuro del campo depende de nosotros y es hora de actuar.

