La mañana comenzó como cualquier otra en Palma, cuando dos personas esperaban su autobús en la Plaza España. Sin embargo, lo que iba a ser un simple trayecto se tornó en una pesadilla. Dos jóvenes de nacionalidad rumana se acercaron y, sin mediar palabra, les lanzaron una feroz agresión. La situación escaló rápidamente y uno de los afectados terminó con graves heridas, incluyendo fracturas en la órbita ocular. Al final, no solo sufrieron daños físicos; también fueron despojados de un reloj, un teléfono móvil y algo de dinero.
Una cadena de robos que parece no tener fin
No es la primera vez que estos sujetos están en el ojo del huracán. Uno de ellos había sido detenido días antes por otro robo violento a una turista en Playa de Palma. Y no fue un caso aislado: ¡tres arrestos en apenas una semana!
Los agentes del Grupo de Atención al Ciudadano recibieron el aviso y se presentaron rápidamente en el Parc de ses Estacions. Allí, las víctimas contaron cómo todo ocurrió mientras esperaban el bus. «Nos pidieron un cigarro y sin avisar empezaron a golpearnos», relataron visiblemente afectados.
A pesar del pánico y el dolor, uno de ellos tuvo la presencia de ánimo suficiente para grabar a los delincuentes mientras huían. Gracias a esta valiosa información, los policías comenzaron su búsqueda por las calles cercanas hasta dar con los sospechosos en la barriada de Son Gotleu.
Durante el registro encontraron escondidos el reloj y el dinero robados justo momentos antes. Una clara evidencia que selló su destino: fueron detenidos por robo con violencia. Es increíble pensar que uno de ellos ya había protagonizado incidentes similares recientemente; incluso una mujer fue víctima suya hace poco más de una semana.
A medida que avanza la investigación, ambos asaltantes han sido enviados a prisión provisional por orden judicial. Mientras tanto, nosotros nos preguntamos: ¿qué está pasando con nuestra seguridad? No podemos permitir que estas situaciones continúen ocurriendo en nuestras calles.

