El Real Madrid aterriza en Elche con una defensa que parece más un juego de malabares que un plan estratégico. Xabi Alonso, el capitán de este barco, se encuentra con solo dos centrales disponibles: Asencio y Huijsen. Son los únicos que han sobrevivido a las lesiones y a la incertidumbre que ha traído el parón internacional. Mientras tanto, Trent, Carreras, Fran García y Mendy completan la línea defensiva; este último aún no ha tenido su oportunidad esta temporada.
Un panorama complicado para el equipo
La situación es todo menos ideal. Justo cuando el calendario comienza a apretar con rivales difíciles como El Pireo y Girona, las bajas se acumulan. Militao sufrió una lesión jugando con Brasil, Alaba no viaja por sobrecarga y Rüdiger es una presencia ausente por precaución. Xabi prefiere guardarlo para la Champions tras haber salido de una lesión complicada.
Las últimas actuaciones del equipo han dejado mucho que desear: caídas en Anfield y empates en Vallecas han expuesto las fragilidades del conjunto blanco. Demasiadas ocasiones concedidas y poca sensación de control son indicadores preocupantes justo antes de un tramo decisivo del campeonato.
Xabi sabe que necesita a Rüdiger de vuelta más pronto que tarde: “Es bueno tenerlo por su rendimiento y personalidad”, declaró el entrenador refiriéndose al defensor alemán. En medio de este caos defensivo, hay algo positivo: Trent vuelve al once inicial después de aprovechar el parón para recuperar sensaciones. Su regreso podría ser clave para darle estabilidad al lateral derecho, permitiendo que Valverde regrese al mediocampo y cambie el ritmo del equipo.
Por si fuera poco, Tchouaméni también está entre las bajas; su versatilidad sería un alivio en este momento tan crítico. Pero Xabi lo tiene claro: “Durante estas semanas necesitamos a todos”, enfatizó en rueda de prensa. Así que aquí están los merengues, listos para enfrentarse a Elche con una defensa reducida al mínimo imprescindible y sin margen para improvisar ante cualquier contratiempo.

