La película ‘Amílcar’, dirigida por el talentoso cineasta mallorquín Miguel Eek, ha hecho eco en los festivales de Amsterdam y Gijón, llevándose a casa no uno, sino dos galardones que celebran su arte y dedicación. Este proyecto, que ha sido una labor amorosa durante más de diez años, ha conquistado al jurado del prestigioso International Documentary Film Festival Amsterdam (IDFA), donde se le otorgó el Premio a la Mejor Contribución Artística.
Un viaje emocional tras las huellas de un revolucionario
La historia gira en torno a Amílcar Cabral, un agrónomo y poeta que se convirtió en un símbolo de la lucha anticolonial en Guinea-Bisáu y Cabo Verde. En palabras de Miguel Eek, este reconocimiento es mucho más que un premio; es un reflejo del arduo camino recorrido para descubrir la esencia auténtica del cine. “El proceso ha sido largo, frágil y lleno de incertidumbres”, compartió emocionado Eek.
A través de su mirada íntima y contemplativa, ‘Amílcar’ nos invita a reflexionar sobre la vida como una forma política. En tiempos donde todo parece ir rápido, esta cinta apuesta por el poder transformador de observar con calma. “La justicia y la memoria son luchas que deben renovarse cada generación”, afirma con firmeza el director.
No contento con un solo logro, ‘Amílcar’ también se llevó el Premio AMAE al Mejor Montaje en el Festival Internacional de Cine de Gijón/Xixón (FICX), lo cual será recogido por Federico Delpero. Este éxito no solo resuena en el ámbito cinematográfico; es un grito sincero por recordar nuestra historia y reivindicar valores esenciales para todos nosotros.

