La historia de Sergi García Ballester es un claro ejemplo de cómo la perseverancia puede transformar nuestras vidas. Este joven mallorquín, originario de Sant Llorenç des Cardassar, se mudó a Londres en busca de nuevas oportunidades y un mejor dominio del inglés. Su llegada al Reino Unido en 2018, tras finalizar sus estudios de ADE en Barcelona, marcó el inicio de una aventura llena de altibajos.
Al principio, Sergi se encontró trabajando como recepcionista y camarero en un hotel cercano al emblemático castillo de Windsor. Esa etapa no solo le permitió ahorrar algo de dinero, sino también descubrir su verdadera pasión por el ámbito tecnológico. Pero la vida no siempre fue fácil; un dolor intenso en la espalda lo llevó a regresar a Mallorca, donde recibió un diagnóstico que cambiaría su rumbo: espondilitis anquilosante. A pesar del golpe, Sergi nunca perdió de vista sus metas. “Si me tienen que operar, que lo hagan. Pero yo empiezo el máster en septiembre”, decía con determinación.
Un nuevo comienzo en tiempos difíciles
Después de recuperarse y obtener su título en Data Science, la pandemia lo obligó a volver temporalmente a casa. Sin embargo, esa decisión se convirtió en una bendición disfrazada. Cuando las fronteras se abrieron nuevamente, regresó a Londres junto a un compañero de estudios con esperanzas renovadas. Pero pronto se dio cuenta de que el mercado laboral estaba lleno de obstáculos: “Pedían años de experiencia para gente que acababa de graduarse”, recuerda con frustración.
No obstante, las oportunidades pueden surgir cuando menos te lo esperas. Una oferta inesperada para trabajar desde casa para una start-up londinense le dio el impulso necesario para establecerse definitivamente en la ciudad británica.
Hoy por hoy, Sergi trabaja como Data Scientist ayudando a empresas a tomar decisiones basadas en datos concretos. Su trabajo implica analizar cifras y tendencias para optimizar procesos y resultados. Aunque reconoce que este sector es demandante y cambiante —“no sabes si mañana recibirás un correo diciendo que tu puesto ha sido eliminado”— siente pasión por su profesión porque siempre hay algo nuevo por aprender.
A pesar del bullicio londinense, Sergi intenta mantener un equilibrio entre su vida laboral y personal. Se levanta temprano para ir al gimnasio y disfruta explorando la ciudad después del trabajo: “Puedo decidir sobre la marcha si quiero hacer una excursión fuera o visitar algún museo”. Sin embargo, no puede evitar sentir nostalgia por Mallorca; extraña la familia, los amigos y sobre todo el mar, ese refugio natural que siempre le ha brindado paz.
Sergi tiene claro que algún día volverá a Mallorca, pero sin presiones ni fechas fijas; prefiere vivir el presente tras haber aprendido que la vida puede dar giros inesperados. Para él, esta etapa ha sido liberadora, pues le ha permitido cumplir sus sueños profesionales mientras se abre al mundo sin prejuicios.