La selección femenina de fútbol sala ha recibido un mazazo inesperado justo antes de comenzar el Mundial en Filipinas. Dos de sus figuras más destacadas, la capitana Patricia González ‘Peque’ y la talentosa Mayte Mateo, se perderán la competición por lesiones que nos dejan a todos con un nudo en el estómago. ¿Cómo es posible que esto suceda cuando más lo necesitamos?
Peque, quien siempre ha sido una roca en el equipo, sufre una lesión muscular que la apartará de las canchas durante varias semanas. Por otro lado, Mayte no tuvo suerte en un entrenamiento y terminó con una fractura del tabique nasal. Es como si el destino hubiera decidido jugarle una mala pasada a nuestras guerreras justo cuando estaban listas para brillar.
Renovación forzada
A pesar del dolor y la decepción, Clàudia Pons, nuestra seleccionadora, no ha perdido tiempo y ya ha hecho cambios en el equipo. Laura Sánchez, que había sido descartada inicialmente pero estaba en Filipinas, se suma al grupo para aportar su energía. Y Cecilia Zarzuela, una joven promesa marbellí de 22 años que juega como ala-cierra en el STV Roldán, toma el relevo de Mayte. Sin duda, será todo un reto para ella.
Esta situación deja un sabor amargo en el seno del equipo femenino. Con millones de razones para luchar por la victoria en este Mundial, ahora tienen dos motivaciones adicionales: honrar a sus compañeras ausentes y demostrar que son capaces de superar cualquier adversidad. Así es nuestro fútbol sala: impredecible pero lleno de pasión.

