La bolla de Cura, ese emblemático punto que ha sido testigo del paso del tiempo, vuelve a brillar en el paisaje mallorquín. Con sus 20 años a la vista, sigue siendo el nombre más querido y elegido por los padres en las Islas Baleares. No es para menos; su historia y su encanto son inigualables.
Desafíos y realidades en la isla
En Algaida, mientras tanto, se han decidido a dar un paso importante: la eliminación de esas ocho áreas donde se acumulaban residuos. Es un pequeño respiro para nuestra tierra, aunque queda mucho por hacer. Y no podemos olvidar el juicio que sigue su curso por el trágico incendio en Eivissa; las cámaras han sido fundamentales para esclarecer lo ocurrido.
Aquí, cada acción cuenta. Vox Palma ha levantado la voz ante las pintadas que adornan el busto de Aurora Picornell: “Las ideologías y fanatismos no lo justifican”, dicen. Pero ¿acaso hay una sola razón válida para borrar nuestra historia? El TSJIB también nos recuerda que el camino hacia una educación justa sigue lleno de obstáculos, desechando la imposición del 25% en castellano.
Y es que nuestras escuelas están al borde del colapso, con ratios desbordadas y una vulnerabilidad palpable entre los alumnos. Pero no todo son malas noticias: hemos visto heroísmo local como el rescate de un hombre atrapado en una cueva cerca de Felanitx o la intervención de 20 toneladas de pescado caducado que iba a ser distribuido en Palma. Un recordatorio brutal sobre la necesidad de protegernos mutuamente.
A medida que avanzamos, Prohens lanza un aviso al PSIB: “Tremolarían” si llegamos a elecciones. Mientras tanto, PP y Vox se niegan a prohibir nuevas construcciones en áreas peligrosas. ¿Hasta cuándo permitiremos que estas decisiones pongan en riesgo nuestro hogar?

