Imagina que un día despiertas y descubres que tu número de teléfono, junto con los de millones de personas, ha sido expuesto al mundo. Eso es exactamente lo que ha sucedido con WhatsApp, la aplicación de mensajería más utilizada en España. Un fallo de seguridad ha dejado al descubierto no solo 3.500 millones de números, sino también fotografías de perfil y estados. Una auténtica pesadilla para la privacidad.
La vulnerabilidad que todos temíamos
Un grupo de investigadores de la Universidad de Viena se ha hecho eco del problema tras realizar un estudio que cuestiona la solidez de esta popular plataforma propiedad de Meta. ¿Y cómo lograron acceder a estos datos? Según revelan medios como Wired, aprovecharon el proceso habitual que sigue WhatsApp para verificar los números al crear cuentas nuevas. Así, introdujeron miles de combinaciones numéricas hasta dar con los correctos.
No contentos con eso, también encontraron información adicional: las fotos y estados públicos. Meta intenta restar importancia a este tipo de datos llamándolos «básicos» y «de acceso público», pero en realidad son detalles íntimos sobre cada usuario. Si esto no es preocupante, ¿qué lo es?
A pesar del intento tardío por solucionar el problema en octubre pasado, uno de los investigadores advierte: si ellos pudieron hacerlo tan fácilmente, otros podrían haber hecho lo mismo o incluso peor. Imagina las consecuencias si esta información cae en manos equivocadas; fraudes masivos o técnicas engañosas como el phishing estarían a la orden del día.
Parece claro que debemos preguntarnos: ¿hasta cuándo vamos a permitir que nuestras aplicaciones favoritas jueguen con nuestra privacidad? La confianza en estas plataformas está cada vez más desgastada y parece necesario replantearse qué información compartimos y dónde.

