El mundo del motociclismo ha visto cómo Jorge Martín, conocido como ‘Martinator’, cerraba su primer año con Aprilia en un escenario lleno de desafíos. Tras una temporada plagada de lesiones, especialmente la sufrida en el Gran Premio de Japón que le dejó fuera de acción durante gran parte del calendario, el piloto madrileño decidió arriesgarse y volver a subirse a la moto para los test de pretemporada en Cheste.
Aunque no estaba al 100% tras su accidente en Motegi, Martín tenía claro que su presencia era vital. “Venir a Valencia era un riesgo grande, pero también creo que era lo mejor para mi carrera y mi progreso con Aprilia”, afirmaba con sinceridad. Cada vuelta que daba por el Circuito Ricardo Tormo se convertía en una mezcla de emoción y preocupación por su recuperación física. Y es que cada sesión era un reto mental: “No veía el momento de que se acabara el entreno. Estaba todo el rato pensando ‘otra tanda más, a ver si me va a pasar algo’”, confesó sin tapujos.
Un día positivo entre incertidumbres
Pese al desgaste físico y emocional, Jorge supo valorar lo positivo: estar presente ya significaba un avance para él y su equipo. “He podido dar más vueltas, entender cosas”, comentó al finalizar las pruebas. El nuevo chasis fue uno de los puntos destacados; aunque la adaptación fue complicada debido a sus limitaciones físicas, sentía que podía mejorar aspectos débiles gracias a las pruebas realizadas.
Afrontando este parón hasta la próxima temporada, Martín espera desconectar completamente: “Es borrón y cuenta nueva, empezar de cero”, dijo decidido. Con dos meses por delante para recuperarse al 100%, está ansioso por volver a subirse a la moto con energía renovada y sin miedos: “Quiero estar liberado mentalmente para poder pilotar como sé”. Así se despide un piloto que sigue luchando por sus sueños mientras enfrenta cada desafío con valentía.

