El pasado domingo, la iglesia de Son Sardina vibró con las voces del nuevo coro de cámara Cantúria, un grupo que ha llegado para dar un soplo de aire fresco a la escena musical de nuestra isla. Bajo la dirección de Ricard Terrades, uno de esos directores que siempre saben cómo sacar lo mejor de cada proyecto, este coro de 18 componentes no se anda con rodeos y se lanza a reinterpretar canciones populares que todos conocemos, pero desde una perspectiva contemporánea.
Una experiencia única en cada nota
Lo que escuchamos fue todo un viaje sonoro. Temas como El Mariner, Sa núvia d’Algendar, o Margalideta, tomaron vida gracias a las manos creativas de compositores actuales como Irene Plass, Francesc Llompart, y muchos más, quienes se inspiran en el riquísimo legado polifónico que nos dejaron autores del Renacimiento como Tallis o Monteverdi. No hay duda: estos nuevos arreglos son un guiño al pasado, recordándonos que la música es un continuo diálogo entre épocas.
A lo largo del concierto, quedó claro que Cantúria no solo ofrece calidad vocal; su afinación y la delicadeza en cada combinación sonora fueron dignas de aplauso. Este grupo tiene algo especial, algo que augura una trayectoria prometedora en el ámbito coral mallorquín. Y ya hablando del estilo, aquellos trajes oscuros nos trasladaron a otra época, evocando el legado visual de la Capella Clàssica dirigida por Joan Maria Thomàs. Sin duda, un detalle que añade carácter a su presencia sobre el escenario.
No podemos hacer más que congratularnos por esta nueva etapa musical; Cantúria ha llegado para quedarse y promete seguir sorprendiendo a todos los amantes del canto coral.

