En el Circuito Ricardo Tormo de Cheste, la emoción se palpaba en el aire. Mientras algunos soñaban con el rugido de las motos, otros se preguntaban: ¿dónde está Marc Márquez? El campeón sigue en casa recuperándose de su lesión, y la ausencia del piloto catalán dejó un vacío palpable entre los aficionados y competidores. Pero lo cierto es que este Gran Premio de Valencia no fue un día cualquiera para Aprilia y Ducati.
Aprilia brilla con fuerza
Fabiano Sterlacchini, director técnico de Aprilia, no podía contener su entusiasmo: “Hemos crecido más de lo esperado”. Y vaya que lo han hecho. Con un doblete en la carrera del domingo y otro gran desempeño en los test, Raúl Fernández se ha marchado como el mejor al invierno, a pesar de sus limitaciones físicas por una lesión en el hombro. Sin embargo, su actitud es digna de admirar: “Yo doy el cien por cien con lo que tengo”, decía mientras mantenía el optimismo a pesar del descontento por no poder probar novedades.
Los ingenieros presentaron mejoras aerodinámicas que tanto Bezzecchi como Jorge Martín tuvieron la oportunidad de explorar. “No sé si van bien; hay que ver los datos ahora”, apuntaba Bezzecchi tras probar cambios que prometían darles ventaja sobre sus rivales. La evolución es clara: Aprilia ya no solo sueña con ser parte del juego; se ha convertido en una amenaza real para Ducati.
Pero hablando de Ducati… no todo es color de rosa. En Borgo Panigale están esperando ansiosos el regreso de Márquez, mientras Álex toma las riendas como piloto principal aunque sin poder competir todavía al máximo nivel. “La experiencia fue positiva”, admitía Álex mientras notaba la presión creciente a su alrededor.
Pecco Bagnaia finalmente sonreía después del test: “Me voy con más confianza”, decía mientras miraba hacia adelante con optimismo. Aunque no se quería comprometer demasiado acerca de sus posibilidades para pelear arriba, parece que algo está cambiando dentro del equipo italiano.
KTM también luchó por mantenerse relevante bajo la dirección cautelosa de Pedro Acosta quien afirmaba sin rodeos: “¿Que si es suficiente? No.” Sus palabras resonaban con sinceridad; saben que necesitan más para estar al frente y no escatiman esfuerzos por mejorar.
Por otro lado, Honda parecía tener menos suerte esta vez buscando soluciones a problemas persistentes pero encontrándose nuevamente ante un muro. Joan Mir comentaba sobre su búsqueda constante por ese agarre perdido durante la temporada anterior.
Mientras tanto Yamaha intenta encontrar rumbo ante tanta incertidumbre. Quartararo estaba claro al respecto: “No puedo decir si estoy feliz o triste”. Aun así se siente confiado en ciertas áreas pero sabe que queda mucho trabajo por delante para potenciar esa M1 tan deseada.
El panorama está abierto y lleno de sorpresas donde cada equipo lucha ferozmente por destacar. En esta jungla motera donde las apuestas están altas, ¿quién reinará cuando regrese Marc? Solo el tiempo lo dirá…

