Este martes, el mundo digital ha vivido un auténtico terremoto. La caída de Cloudflare, una de las gigantes de la infraestructura en línea, ha dejado a millones de usuarios en un limbo total, incapaces de acceder a sus plataformas favoritas como X (Twitter), Canva o incluso ChatGPT. Imagínate estar a punto de enviar ese tuit ingenioso y ver cómo todo se detiene. Frustrante, ¿verdad?
Pero antes de entrar en detalles, hablemos un poco sobre qué es Cloudflare. Es una especie de guardián del ciberespacio, actuando como intermediario entre nosotros y los servidores que realmente almacenan las páginas web. Su misión es optimizar la velocidad y seguridad del acceso a Internet. Almacena copias de los sitios en servidores distribuidos por todo el planeta, lo que permite que accedamos al contenido desde el lugar más cercano.
¿Por qué estamos tan afectados?
Hoy, pasado el mediodía, empezaron a aparecer esos molestos ‘errores 500’ que nos dejan con las manos vacías frente a la pantalla. Las aplicaciones también están sufriendo; no hay piedad para nadie. Y aquí está la clave: cuando Cloudflare se cae, todo se viene abajo con él.
Además de acelerar nuestro acceso a las páginas, Cloudflare también se encarga de protegernos contra ataques maliciosos y tráfico sospechoso. Pero no siempre acierta; si detecta algo raro —como un comportamiento inusual— puede dejarnos fuera del juego temporalmente. ¿Te ha aparecido alguna vez ese mensaje que dice que tu acceso está limitado? Así funcionan sus filtros.
A veces parece caprichoso: puedes ser un usuario legítimo e incluso tener problemas por compartir red con otros o por usar una VPN. En esos casos, hay que hacer malabares para recuperar el acceso: cambiar la red o reiniciar el router suele ser parte del proceso.
En este contexto caótico, resulta curioso pensar cómo dependemos tanto de estas redes invisibles para nuestra vida cotidiana. Mientras esperamos a que Cloudflare vuelva a la normalidad —y nos permita seguir disfrutando del mundo digital— reflexionemos sobre lo frágil que puede ser nuestra conexión con este vasto océano de información.

