El joven talento de Valencia, Pepelu, se prepara para vivir un momento inolvidable: su primer derbi en Mestalla. El canterano del Levante, quien ahora brilla con el Valencia, recuerda aún cómo hace casi 900 días dejó atrás su hogar granota por más de cinco millones de euros. Este viernes, el corazón de la ciudad latirá con fuerza cuando el pivote se enfrente a sus antiguos compañeros en un partido cargado de simbolismo.
Un encuentro lleno de emociones
«Estamos deseando que llegue el partido», confesó Pepelu. Para él y para toda la afición, este encuentro es más que solo tres puntos; es una batalla entre vecinos. «El Levante UD es un buen equipo y viene compitiendo muy bien. Un derbi siempre es especial y tenemos que saber jugar con nuestras virtudes», añadió con esa sinceridad que lo caracteriza.
Después del último enfrentamiento contra el Real Betis, parece que los chicos han encontrado un camino hacia el buen juego. «Este parón nos ha dado más ganas para continuar», aseguró Pepelu. Y no es para menos; cada vez se siente más cómodo en su nuevo rol y está decidido a darlo todo en Mestalla.
Para él, recordar su pasado granota es inevitable: «Mi último derbi fue mi primer año en primera con el Levante UD. Siempre son partidos intensos y muy parecidos entre sí».
Pero no solo eso; Mestalla tiene ese aire mágico que puede ser decisivo. «La afición transmite una energía increíble», dice emocionado. Y claro, ante la inminencia del choque, está convencido de que los seguidores no fallarán: «Mestalla será clave para nosotros».
Pepelu también reflexionó sobre las tácticas del equipo: «Podemos tener varias variantes tácticas; hemos probado cosas nuevas y nos sentimos bien así». La idea es clara: necesitan ser ofensivos y salir a ganar desde el primer minuto.
«No podemos olvidar que estamos parecidos en la clasificación», recordó sin tapujos. Aunque esto sea un derbi y no deban mirar los números al jugarlo, conseguir una victoria podría cambiar todo: «Las victorias refuerzan mucho nuestra moral, especialmente tras varias jornadas sin lograrla».

