Motor

Las caídas de Cormac Buchanan: Un viaje lleno de tropiezos y aprendizajes

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La historia de Cormac Buchanan, un joven piloto neozelandés, es un claro ejemplo de lo que significa luchar por un sueño. Este año, en el mundo del motociclismo, se ha hecho famoso no solo por su talento, sino también por haber batido un récord que nadie querría tener: ¡35 caídas en una sola temporada! Y mientras muchos podrían desanimarse ante tal cifra, él lo toma como parte del proceso.

Caídas y superación en la pista

Buchanan, quien vive en Cataluña, a solo unos minutos del icónico circuito de Montmeló, ha estado dispuesto a arriesgarlo todo para dejar su huella en Moto3. A sus 19 años y con una trayectoria relativamente corta en las competiciones, debutó esta temporada con el equipo BOÉ Denssi. Su mejor resultado fue un noveno puesto en Sachsenring, pero su historia va mucho más allá de eso.

Al analizar sus caídas, Cormac reconoce que algunas fueron consecuencia de intentos fallidos por dar lo mejor de sí mismo. “A veces son caídas estúpidas”, confiesa con sinceridad. Sin embargo, añade que cada vez que se fue al suelo fue porque estaba empujando los límites y buscando mejorar. “No quiero caerme, pero si lo hago es porque estoy intentando algo”, explica.

Aunque muchos podrían criticarle o perder la esperanza tras tantas adversidades, él opta por reírse y aprender. “Si tienes una caída sin consecuencias graves, simplemente te centras en la siguiente sesión”. Un enfoque admirable para alguien tan joven.

En el pasado también hemos visto a grandes figuras como Marc Márquez lidiar con numerosas caídas; esto demuestra que incluso los mejores tienen momentos difíciles. Para Buchanan, cada caída es una lección aprendida sobre cómo manejar la moto y entender sus límites.

A pesar de las dificultades y los tropiezos constantes, Cormac siente el apoyo incondicional de su equipo. “Pedí perdón después de cada caída”, dice sincero. Ellos comprenden que está ahí para aprender y crecer como piloto: “Gano y pierdo con ellos; somos una familia”. Y así es como este valiente chico sigue adelante: levantándose cada vez más fuerte.

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