En un mundo donde la carrera armamentística no se detiene, China ha dado un paso audaz al presentar su nuevo portaaviones de propulsión nuclear. Este gigante de los mares no solo es una maravilla tecnológica, sino que también está equipado con armas láser y cañones electromagnéticos, poniendo a prueba el equilibrio del poder militar global.
A medida que el país bajo el liderazgo de Xi Jinping busca reafirmar su posición como superpotencia, nos sorprende con avances impactantes: desde la segunda versión del caza J-36 hasta vehículos aéreos no tripulados capaces de lanzar 100 drones kamikazes. ¿Quién puede ignorar la ambición desbordante de China en este terreno?
Un nuevo paradigma en combate naval
Durante un programa reciente en la televisión estatal CCTV, el profesor Liang Fang, de la Universidad Nacional de Defensa de Pekín, reveló que este portaaviones no es cualquier barco. Equipado con un cañón láser que podría freír drones a la velocidad de la luz y un cañón electromagnético capaz de disparar proyectiles a velocidades hipersónicas, promete revolucionar las tácticas navales tradicionales.
No solo eso; este coloso también podrá transportar cazas y realizar todas las funciones típicas de una flota convencional. Tal como menciona Ma Weiming, científico principal del programa naval chino, esta innovación “cambiará por completo” la forma en que concebimos las formaciones navales tras más de un siglo sin cambios significativos.
Aunque todavía queda por ver cuándo estará operativo este impresionante artefacto militar, lo cierto es que su desarrollo podría redefinir las dinámicas geopolíticas actuales. Con cada avance tecnológico exhibido por China, nos preguntamos si estamos listos para enfrentar una nueva era en la guerra moderna.

