El Real Mallorca se encuentra en un momento crucial. Después de lo que vimos en el partido de Copa del Rey contra el Atlètic Sant Just, es evidente que la unidad B tiene que dar un paso al frente. Jagoba Arrasate ya ha fijado su once titular casi sin margen para sorpresas, lo cual habla mucho de la falta de competencia interna entre los jugadores. En los últimos tres partidos, solo ha habido un cambio: Mascarell sustituyó a Morlanes ante el Getafe, dejando atrás cualquier duda.
Un reto para todos
Pero no podemos olvidar a esos jugadores que tienen que apretar y demostrar que pueden aportar más. Pablo Torre, por ejemplo, lo reconoció en una entrevista reciente: «Sé que puedo dar mucho más». Y no es el único; Abdón, Antonio Sánchez y otros deben aprovechar cada oportunidad para ponerle las cosas difíciles a Arrasate. Además, hay que tener en cuenta a Toni Lato y Marash Kumbulla, este último aún recuperándose tras su lesión.
La situación actual recuerda demasiado a aquella debacle de la temporada pasada en Pontevedra, donde el equipo se desmoronó y salió goleado 3-0 ante un rival de Segunda RFEF. La diferencia entre los titulares y los suplentes es abismal. Es crucial que aumente la competencia interna si queremos seguir con buen pie esta temporada.
Aguirre logró hacer maravillas con una plantilla amplia donde casi veinte futbolistas podían ser titulares sin perder calidad. Ahora mismo, Arrasate necesita más de once jugadores comprometidos y listos para luchar por su puesto. La última prueba fue un amistoso ante el Andratx donde ganaron 6-0; eso es justo lo que necesitamos ver: pasión y entrega por parte de todos.
Este martes 2 de diciembre llega otra oportunidad con el partido contra el Numancia en la segunda ronda de la Copa del Rey. Es hora de que aquellos menos habituales muestren su valía y le demuestren a Jagoba que pueden ser parte fundamental del equipo.

