La madrugada del pasado 11 de noviembre, sobre las 05:20 horas, un hombre de 33 años se convirtió en el protagonista de una historia que muchos vecinos jamás olvidarán. Con una copa de más en el cuerpo, este español decidió que era buena idea recorrer la calle Antoni Ribas. Pero lo que parecía ser un paseo nocturno acabó en un estrepitoso accidente. Chocó contra dos coches aparcados y, como si nada, intentó fugarse… ¡a tres ruedas!
Una huida desastrosa
Los ecos del choque resonaron por la zona y pronto los vecinos alertaron a la Policía Local. En un abrir y cerrar de ojos, una patrulla de la unidad de Vehículos de Accidentes (UVAC) llegó al lugar del incidente. Allí encontraron el coche del sospechoso, con una rueda menos y marcas evidentes del desastre. Pero lo peor estaba por llegar: el conductor había desaparecido.
Con la ayuda de varios testigos, otro grupo policial logró dar con él poco después. Y ahí estaba: un hombre claramente afectado por el alcohol. Aunque intentó zafarse diciendo que no era él quien conducía y culpando a un amigo, los testigos lo identificaron sin dudarlo.
Para rematar la situación, cuando le hicieron la prueba de etilometría salió a relucir una cifra alarmante: 0,85 mg/l, más del triple de lo permitido. Así es como este individuo ha pasado a ser investigado por su imprudencia al volante. Un claro recordatorio para todos nosotros sobre los peligros de mezclar copas y carretera.

