En un día que comenzó como cualquier otro, la tranquilidad de Polonia se vio sacudida por un estruendo que resonó en las vías del tren. El primer ministro, Donald Tusk, no ha tardado en reaccionar. Este lunes, tras una explosión que dañó la vía que une Varsovia con Lublin, no ha dudado en calificar el hecho como un claro acto de sabotaje.
«Lamentablemente, se confirmaron los peores temores», escribió Tusk en su cuenta de X, refiriéndose a lo ocurrido cerca del pueblo de Mika. Un artefacto explosivo estalló y dejó la línea férrea hecha trizas. Mientras tanto, los servicios de emergencia y la Fiscalía ya están trabajando in situ para aclarar qué ha pasado exactamente.
Un misterio entre sombras
Las autoridades polacas sospechaban desde ayer que esto podría ser más que un simple accidente. Aunque se han mostrado cautelosos al hablar de culpables, el viceministro del Interior, Maciej Duszczyk, dejó caer que Moscú “no tiene tanto poder” como para estar detrás de cada incidente así. Y es que esta sombra siempre parece cernirse sobre situaciones tensas.
A las 7:39 de la mañana, un maquinista reportó irregularidades cerca de Zyczyn y Mika. En ese momento, dos pasajeros y algunos miembros del equipo estaban a bordo; afortunadamente, todos salieron ilesos. Eso sí, el tráfico ferroviario continuó por las vías adyacentes mientras se realizaban las inspecciones pertinentes.
Este incidente deja muchas preguntas flotando en el aire y una sensación inquietante sobre lo que realmente está sucediendo bajo la superficie. La comunidad está alerta y espera respuestas claras.

