El clima en Israel está tenso y las voces disidentes no se hacen esperar. Yair Lapid, líder de la oposición y ex primer ministro, ha lanzado una contundente advertencia: el Gobierno está intentando manipular la investigación sobre los fallos de seguridad que permitieron el ataque de las milicias palestinas el pasado 7 de octubre. ¿Y qué es lo que ha levantado tantas cejas? Se dice que Netanyahu planea crear una comisión investigadora a su medida, utilizando a sus propios ministros para dar forma a lo que se va a investigar.
Un control sospechoso
Los medios israelíes han revelado que Netanyahu tiene en mente establecer un panel ministerial especial. Este grupo tendrá la responsabilidad de definir no solo los temas a investigar, sino también los plazos. ¡Sí, han leído bien! Tendrán 45 días para presentar sus recomendaciones al Gobierno. Luego vendría la formación de la comisión con “plena autoridad”, cuyos miembros serían seleccionados, según dicen, por “la aprobación pública más amplia posible”. Pero aquí surge el gran problema: ¿puede confiarse en que un grupo de ministros elegidos por el propio Netanyahu sea imparcial?
Lapid no ha tardado en expresar su indignación: “Están haciendo todo lo posible por escapar de la verdad y evadir su responsabilidad”, ha declarado con firmeza. Su demanda es clara: quiere una comisión estatal, realmente representativa del consenso público. “Esto es lo que necesita el país; esto es lo que exige nuestra ciudadanía”, insistió Lapid.
A su lado, otro destacado opositor, Yair Golan, líder de Los Demócratas, también se ha manifestado contra esta situación: “Quien es investigado no nombra a sus propios investigadores”, expresó Golan en un mensaje directo a través de sus redes sociales. Ambos políticos están decididos a luchar por una comisión verdaderamente independiente que pueda actuar sin ataduras.
Mientras tanto, las dudas y críticas siguen creciendo entre los ciudadanos sobre cómo se manejará esta delicada situación. Después de todo, estamos hablando de seguridad nacional y responsabilidad hacia aquellos que han hecho sacrificios inmensos desde aquel trágico día del 7-O.

