Han pasado tres años y diez días desde que el motociclismo balear volvió a hacer vibrar al público en un Gran Premio del Mundial, y lo hizo en el mismo escenario que aquel inolvidable 6 de noviembre de 2022. Ese día, dos jóvenes isleños se alzaron al cielo del Circuito Ricardo Tormo de Cheste. Izan Guevara, ya coronado como campeón de Moto3, celebraba su última carrera con una victoria estelar. Y justo una hora después, Augusto Fernández se convertía en el nuevo rey de Moto2, haciendo sonar el himno español y culminando un fin de semana para recordar.
El triunfo tras la tormenta
La victoria de Izan Guevara (Palma, 2004) marca el cierre a tres temporadas llenas de altibajos en su paso a la categoría intermedia. Tras dos años complicados con el Aspar Team y este último en Pramac Yamaha —con quien todo indica seguirá en 2026—, ha sido un camino lleno de caídas, resultados inciertos y problemas técnicos. ¡Y ni hablar de las lesiones! Pero por fin, tras un largo recorrido donde hubo podios pero se resistía la victoria ansiada, llegó ese momento mágico el 16 de noviembre de 2025. Fue en su trazado talismán, donde había cosechado siete victorias y doce podios durante su año memorable como campeón mundial júnior (2020) y absoluto de Moto3 (2022).
Desde aquella victoria en Cheste habían pasado nada menos que 728 días antes de volver a subir al podio, esta vez en Sepang en 2024. La temporada que terminó este domingo en Valencia dejó claro que Izan tiene intenciones serias: un segundo puesto en Indonesia no solo fue una gran actuación sino también una declaración sobre sus aspiraciones para 2026. Quiere estar entre los mejores y seguir los pasos de leyendas como Jorge Lorenzo o Augusto Fernández.
Ahora mismo, esa victoria tan esperada ha sido como quitarse un peso enorme del pecho para el mallorquín; se exigía resultados contundentes hacia el final de la temporada para allanar su futuro. Su camino sigue enfocado hacia crecer más en Moto2 con la mirada puesta —en un futuro cercano— hacia la cima: MotoGP.

