En el corazón de A Coruña, la vida nos dejó un relato que se ha convertido en un guiño de amor y humor. El pasado 22 de octubre, La Voz de Galicia publicó una esquela que rápidamente se volvió viral gracias a un detalle que sacó sonrisas a más de uno. Se trataba del obituario de María Teresa Castañeda Gil, quien partió a los 93 años rodeada del cariño de su familia. Hasta aquí, todo normal: nombres de hijos, nietos y horarios del tanatorio. Pero lo inesperado llegó cuando entre los parientes apareció el nombre que rompió la formalidad: su ‘bisnieto-gato’, Bitelchús.
Este gesto tan insólito y tierno ha resonado en las redes sociales como una caricia al alma. Porque, ¿quién no ha sentido alguna vez que sus mascotas son parte fundamental del hogar? La inclusión de Bitelchús entre los seres queridos es un recordatorio hermoso de cómo nuestros amigos peludos forman parte de nuestra historia familiar. Las reacciones no se hicieron esperar; muchos usuarios en X (anteriormente Twitter) celebraron esta muestra de afecto con comentarios llenos de complicidad. “Si dices el nombre del gato tres veces, aparece”, bromeaba uno; mientras otro decía: “Yo pondría antes a mis perros que a parte de mi familia”. Y así, entre risas y nostalgia, la figura de María Teresa brilló un poco más.

