Este jueves, la Comisión de Cuentas, Economía y Recursos Humanos del Ajuntament de Palma se convirtió en un auténtico ring. En una sesión extraordinaria, todos esperábamos ver cómo se votaban las más de 150 enmiendas a los presupuestos municipales para el próximo año. Sin embargo, lo que no imaginábamos era el choque frontal entre izquierda y derecha, con PP y Vox como protagonistas, rechazando todas las propuestas de la oposición.
Un cruce de acusaciones sin precedentes
La tensión aumentó cuando Mercedes Celeste, portavoz del equipo de gobierno, no dudó en recriminar a Neus Truyol de Més per Palma por llamarlos «nazis». ¡Vaya manera de caldear el ambiente! “Señora Truyol”, le dijo Celeste con firmeza, “puede acusarnos de muchas cosas, pero eso es un insulto que no se puede permitir”. Claro que antes Truyol había hecho una comparación bastante arriesgada al mencionar políticas que «recordaban al nacismo» al hablar sobre una partida del presupuesto destinada al observatorio demográfico.
No faltaron las réplicas desde Vox. Fulgencio Coll lanzó sus críticas hacia los partidos opositores recordándoles que durante ocho años tuvieron la oportunidad de hacer algo real por la vivienda y no lo hicieron. Mientras tanto, PSIB-PSOE, Més per Palma y Podemos coincidieron en señalar que estos presupuestos pactados entre el gobierno municipal y VOX no son más que un parche. “Palma no puede seguir siendo un parque para turistas”, replicó Lucía Muñoz de Podemos. Para colmo, Truyol destacó la falta total de espacios verdes y compromiso con la emergencia climática.
Xisco Ducrós también dejó claro su descontento: “Estamos ante otros malos presupuestos como cada año; además están acompañados por un cómplice ideal: Vox”. No podía faltar su crítica feroz a los macroproyectos anunciados por el gobierno municipal. Según él, todo eso es solo humo; una falta total de gestión financiera acumulando proyectos sin ejecutar mientras se hunden en deuda.

