En un giro que nos deja helados, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ha dejado caer una bomba: la administración de Donald Trump planea retomar las pruebas nucleares. Pero no solo eso, ¡también se hablaría del uso de sistemas de lanzamiento! ¿Acaso hemos vuelto a los días más oscuros de la Guerra Fría?
Rubio intenta justificar este movimiento diciendo que «tenemos que asegurarnos de que estas cosas funcionen y sean seguras». Pero, ¿realmente necesitamos demostrar nuestra fuerza con explosiones? Suena más a una carrera armamentista que a un compromiso con la paz. El secretario también mencionó que esto es normal porque otros países lo hacen. Pero claro, eso no hace que sea menos alarmante.
Tensiones crecientes entre potencias
No podemos ignorar lo que esto significa para el resto del mundo. Desde el Kremlin, Dimitri Peskov, portavoz ruso, ya ha respondido a esta noticia indicando que considera esto como una señal clara: Estados Unidos se retira de su moratoria sobre ensayos nucleares. Y lo advirtió: Rusia tomará acciones adecuadas si estos planes siguen adelante.
Aunque Rubio asegura que no habrá «explosiones nucleares», sino solo pruebas de sistema, da igual cómo lo llamen. La realidad es cruda: desde 1996 no hemos visto ensayos nucleares por parte de grandes potencias como EE.UU., Rusia o China. En cambio, solo Corea del Norte ha seguido con esta peligrosa práctica en las últimas décadas.
Entonces surge la pregunta: ¿es este un intento desesperado por parte de Trump para desviar la atención? Porque mientras él habla de seguridad y pruebas necesarias ante supuestas amenazas, muchos nos preguntamos si realmente necesitamos volver a jugar con fuego en lugar de buscar soluciones pacíficas y diplomáticas.

