En una tarde cualquiera, en su despacho del Palau d’Esports de Son Moix, encontramos a Lucas Victoriano, un hombre que lleva el baloncesto en la sangre. Nacido en San Miguel de Tucumán, Argentina, en 1977, Lucas creció rodeado de deporte; su madre jugaba baloncesto y su padre era portero de fútbol. ¿Quién podía pensar que ese pequeño entre canastas y porterías acabaría convirtiéndose en una figura destacada del baloncesto español?
A los 15 años, Lucas dejó su hogar y se mudó a Venado Tuerto para seguir sus sueños. Con una carrera meteórica, firmó con el Scavolini de Pesaro a los 18 años. Pero la vida siempre tiene sus giros. Un emisario del Real Madrid apareció cuando menos lo esperaba, ofreciéndole un contrato que cambiaría su destino para siempre.
Un Encuentro Inolvidable con Maradona
Poco antes de unirse al Madrid, Diego Armando Maradona le hizo llegar una camiseta de Boca Juniors. “La tengo colgada y enmarcada en casa”, recuerda Lucas con nostalgia. Esa camiseta es más que un trofeo; es un recuerdo vivo de lo que pudo haber sido.
Aunque su trayectoria lo llevó por varios equipos ACB e incluso regresos a Argentina, fue en las gradas de La Bombonera donde tuvo uno de los momentos más emocionantes de su vida: conoció a Maradona después de un partido. “Me llamó por mi nombre y ahí me quedé sin palabras”, confiesa.
Con problemas físicos que le llevaron hacia el banquillo, hoy se siente más cómodo como entrenador. “El aspecto mental es clave”, dice con convicción mientras se prepara para dirigir al Palmer Basket Mallorca. Su éxito no ha sido fortuito; ya ha dejado huella como técnico en Argentina y ahora está listo para conquistar España.
Victoriano nos habla también sobre sus ídolos: desde Magic Johnson hasta esa espina clavada por no haber estado presente en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Sin embargo, sigue adelante construyendo puentes entre generaciones como el embajador que es del baloncesto argentino.
No importa si elige jugadores argentinos o españoles; siempre hay amor por ambos lados. Al final del día, la historia detrás del hombre que Maradona quiso para Boca Juniors es mucho más rica que cualquier título o medalla: es pasión pura por el deporte.

