En un gesto que nos recuerda la importancia de no olvidar, Manacor ha decidido marcar las rases donde yacen más de 130 almas víctimas del feixisme. Este lugar, que lleva el peso de una historia dolorosa, será señalado con un pavimento especial y placas que narrarán sus historias. No se trata solo de baldosas; es un acto simbólico que busca dar voz a quienes fueron silenciados.
Un paso hacia adelante en la memoria colectiva
En este contexto, las entidades memorialistas han alzado la voz. Prohens, líder en este esfuerzo, declaró: «Derogar la Llei de memòria sería dar un paso atrás intolerable». Y con razón, porque ¿cómo podemos avanzar si olvidamos nuestro pasado? Cada vez más, vemos cómo los ecos del franquismo intentan resurgir en nuestra sociedad. Recientemente, el vandalismo ha golpeado a figuras emblemáticas como Aurora Picornell, manchando su legado con pintadas nazis en el Molinar.
Aunque haya quien quiera tirar a la basura nuestra historia para hacerla desaparecer, Manacor está decidido a recordar y honrar a aquellos que sufrieron injustamente. La lucha por mantener viva la memoria es vital para construir una sociedad más justa y consciente.

