La Policía Nacional ha lanzado un grito de ayuda. Buscan a los propietarios de puertas y persianas que han caído en las garras de un empresario español, detenido el pasado octubre, quien se ha llevado más de 40.000 euros por trabajos que nunca realizó. La historia es alarmante: este hombre, con 40 años a cuestas, no solo se quedó con el dinero, sino que también amenazó a aquellos que se atrevían a reclamar lo suyo.
Un modus operandi preocupante
Según las investigaciones, el tipo hacía su magia a través de internet, ofreciendo barnizados y lacados a precios irresistibles. Las víctimas caían en la trampa al reunirse con él y entregarle materiales, siempre pidiendo un adelanto del 50%. Luego desaparecía como si nunca hubiera existido y cortaba toda comunicación. Y si alguien se atrevía a preguntar por su trabajo, ahí venían las amenazas.
Los agentes han logrado contabilizar alrededor de una treintena de afectados hasta ahora, pero la cifra sigue aumentando. Con cada nuevo testimonio queda claro que este estafador tenía un plan bien trazado: después de recoger los materiales y recibir el pago inicial, contactaba nuevamente para pedir más dinero alegando la necesidad de comprar más material o para ‘alquilar’ un lugar donde realizar los trabajos prometidos.
A medida que pasaban los meses sin noticias ni avances, su actitud se volvía cada vez más agresiva; incluso llegó a amenazar físicamente a algunos afectados y sus familias para extorsionarlos aún más. Finalmente fue detenido en una finca al norte de la isla. Ahora solo queda esperar que los dueños legítimos puedan recuperar lo perdido mientras la investigación avanza.

