La historia que nos llega desde Mallorca es desgarradora y, al mismo tiempo, inquietante. Un hombre, español y residente en la isla, ha sido arrestado tras lanzar amenazas anónimas en internet contra un grupo de menores acusadas de acoso hacia Sandra Peña, una niña de solo 14 años que tristemente decidió quitarse la vida el pasado 14 de octubre en Sevilla.
Todo comenzó cuando este individuo, desde la sombra del anonimato, utilizó una conocida red social para expresar sus deseos de hacer daño. La policía no tardó en actuar. Tras recibir una denuncia sobre estas amenazas dirigidas a las menores peninsulares, los agentes del Grupo de Delitos Tecnológicos y Delincuencia Económica se pusieron manos a la obra.
Un acto peligroso y sin escrúpulos
El hombre había dejado caer su plan violento dentro de un hilo relacionado con el acoso escolar que rodeaba la tragedia de Sandra. A medida que sus palabras iban resonando entre los más de dos millones de personas que habían visto la publicación, se convirtió en algo mucho más serio: otros usuarios comenzaron a interactuar e incluso a respaldar esas ideas peligrosas. ¡No podemos permitir que esto suceda!
La red social donde se originaron estos comentarios actuó rápidamente: denunciaron el contenido a las autoridades, bloquearon la cuenta del sospechoso y eliminaron su comentario letal. Sin embargo, el daño ya estaba hecho; este tipo de actos no solo siembran miedo sino que también crean un ambiente tóxico muy peligroso.
Finalmente, después de una exhaustiva investigación por parte del Grupo de Ciberdelincuencia, lograron identificar al autor. El 5 de noviembre fue detenido en Mallorca como presunto responsable de este delito tan alarmante. Este tipo de situaciones nos recuerda lo crucial que es estar alerta ante el bullying y cómo las palabras pueden tener consecuencias devastadoras.

