En Palma, un episodio que podría parecer sacado de una comedia se ha convertido en un asunto serio para una mujer que decidió hacer un simpa en una peluquería. El Ministerio Fiscal no se lo ha tomado a broma y ha solicitado un año de prisión para ella. Todo sucedió en mayo del pasado año, cuando esta mujer, originaria de Argentina, entró en el local con una actitud que dejaba entrever confianza y solvencia.
Un servicio caro que terminó en tragedia
La protagonista de esta historia pidió unas extensiones de pelo por valor de 715 euros y otros servicios que sumaron un total de 933 euros. Pero cuando llegó la hora de pagar, la mujer optó por marcharse sin dejar ni un céntimo. La dueña del negocio, claramente indignada tras haber realizado el trabajo con esmero, decidió denunciarla ante la Policía Nacional. Así fue como las autoridades identificaron a la acusada y le imputaron un delito de estafa.
Aparte del tiempo que podría pasar entre rejas, también se le exige abonar los 933 euros que dejó sin pagar. Una situación complicada para ella, pero que deja claro cómo algunos aún piensan que pueden salir airosos tirando a la basura los esfuerzos ajenos.

