En las islas Baleares, la historia ha dado un giro inesperado. Una macrooperación llevada a cabo por la Guardia Civil y la Policía Nacional, conocida como «Enroque Bal/Manso», ha puesto al descubierto una red de narcotráfico que parecía sacada de una película de acción. Después de más de dos años de investigaciones intensas, se han detenido a 76 personas en Mallorca, entre ellas el abogado Gonzalo Márquez, el conocido luchador Stefan Milojevic y el exjefe del Grupo II de Estupefacientes, Faustino Nogales.
Un entramado criminal sin precedentes
Lo que los agentes encontraron fue impresionante: 687 kilos de cocaína, 2.600 kilos de hachís, más de 1,5 millones de euros, y una impresionante colección de armas que incluía seis pistolas. Esta organización no solo traficaba con drogas; su estructura era comparable a la famosa Camorra napolitana y tenía conexiones directas con mafias albanesas. Las escuchas telefónicas revelaron cómo estos tres personajes se comunicaban y operaban como si fueran parte del mismo engranaje criminal.
Márquez no dudó en cuestionar la capacidad del inspector Nogales, sugiriendo que tal vez no era el fichaje ideal. Pero lo cierto es que según los investigadores, este agente filtraba información vital al grupo para alertarles sobre sus movimientos. Mientras tanto, Milojevic, preocupado por ser atrapado, comenzó a instalar cámaras y planear su fuga hacia Austria.
No obstante, el negocio iba más allá del simple tráfico; también buscaban tener influencia política. En conversaciones interceptadas se escuchó al abogado presumir sobre sus relaciones con un teniente de alcalde de Vox, algo que claramente pretendía utilizar como escudo ante la presión policial.
A medida que avanzaban las pesquisas, quedó claro que Márquez era considerado «el verdadero cerebro» detrás del operativo: manipulaba testigos y organizaba represalias contra quienes pudieran traicionarles. La magnitud del caso es insólita para Baleares; Milojevic utilizaba contactos internacionales para introducir droga en Ibiza desde Marruecos en rápidas embarcaciones.
El golpe definitivo llegó el 11 de agosto con registros simultáneos en varias localidades como Palma e Inca. Los investigadores afirman haber desmantelado una red que competía «en la Champions League del narcotráfico». El caso sigue abierto en los juzgados mientras nuevos detalles continúan surgiendo sobre esta trama compleja y peligrosa.
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