En el bullicioso ambiente del GP de Portugal, la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) y MotoGP han decidido dar un giro a su estructura para hacerla más global. La ambición es clara: que más niños y niñas puedan subirse a una moto y perseguir sus sueños, sin importar su situación económica. Jorge Viegas, el presidente de la FIM, lo dejó claro: «Cuando fui elegido, mi prioridad era asegurar que cualquier joven pudiera dedicarse al motociclismo. Además, queremos hacerlo más seguro».
Nuevas categorías y cambios en el horizonte
A medida que avanzamos en esta nueva etapa, las categorías se reorganizan con MotoGP en la cúspide, seguido de Moto2 y Moto3. Se rumorea un cambio inminente en esta última categoría, donde podría implementarse un motor común basado en la Yamaha R7 de 700cc. Carlos Ezpeleta, director deportivo de MotoGP, confirma que estos serán prototipos. ¿La idea? Variar los chasis como ya sucede en Moto2.
Un nuevo Mundial también hace su aparición bajo el nombre de MotoJunior, que sustituye al actual JuniorGP. Con tres categorías distintas -Moto3 Junior, Europeo de Moto2 y una nueva llamada Moto4-, buscan atraer más talento desde edades tempranas. Aquí los chicos podrán empezar desde los 14 años con motos Honda NSF 250R.
Aunque el objetivo es claro -expandir el motociclismo por todo el mundo- esto podría implicar menos pilotos españoles en la cima. Viegas reconoce que «España es el ejemplo; nuestra meta es crear condiciones para que lleguen talentos de otros países». Por su parte, Ezpeleta añade: «No va a ser fácil cambiar dinámicas socioeconómicas; los números son preocupantes».
A pesar de los retos actuales, hay signos esperanzadores: nuevos pilotos emergen desde Tailandia y Brasil hacia las grandes ligas del motociclismo. Sin embargo, queda mucho camino por recorrer; España lleva trabajando en esto desde finales de los noventa y todavía está dando sus frutos.

