En una jornada marcada por la controversia, el ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Gideon Saar, no ha tenido reparos en señalar al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, como uno de los responsables del fiasco que ha llevado a la cancelación de la última etapa de La Vuelta Ciclista. Según Saar, Sánchez «animó» a los manifestantes propalestinos justo antes del evento, algo que considera una auténtica vergüenza para España.
Las palabras del ministro no se hicieron esperar: “Hace unos días, el presidente lamentó no tener una bomba atómica para frenar a Israel. Y ahora llama a la gente a salir a las calles”, escribió en su cuenta de X. Para él, las declaraciones fueron un llamado directo que encendió los ánimos y provocó disturbios durante la famosa carrera.
Canción trágica para el deporte español
Al final, lo que debería haber sido una celebración del deporte se convirtió en un escenario caótico donde los manifestantes irrumpieron con fuerza para protestar contra el equipo Israel-Premier Tech y alzar sus voces contra la ofensiva militar israelí en Gaza. Como resultado, La Vuelta se despidió sin poder cerrar su última etapa en Madrid.
Saar concluyó con dureza: “Hemos perdido un evento que siempre fue motivo de orgullo para España. ¡Sánchez y su Gobierno son una vergüenza!” Y así, mientras el ciclismo mira hacia adelante con nuevas metas por alcanzar, el eco de esta crisis resuena fuerte entre nosotros. ¿Acaso es este el camino que queremos seguir?