La noche en la playa de Can Pere Antoni, un lugar que debería ser sinónimo de relax y diversión, se convirtió en escenario de un atraco que dejó a dos turistas aterrados. Los jóvenes, originarios de Argelia, fueron arrestados por la Policía Nacional, tras asaltar a las víctimas con una navaja y un destornillador. Todo comenzó cuando los agentes de la Policía Judicial se pusieron manos a la obra el pasado junio, al enterarse de que varios robos violentos estaban ocurriendo en esa misma zona durante las noches.
Las víctimas contaron cómo, en plena madrugada, disfrutaban del ambiente playero cuando dos desconocidos les abordaron con intención clara de robarles. La situación fue tan tensa que los asaltantes amenazaron directamente con agredirles si no entregaban sus pertenencias. Gracias a su valentía y rapidez mental, lograron escapar y encontraron ayuda en una patrulla cercana.
Rápida intervención policial
Los turistas no solo proporcionaron detalles sobre sus agresores; mencionaron características claves como un vendaje en la pierna de uno y el cabello recogido del otro. Esto facilitó enormemente la tarea para las fuerzas del orden. En cuestión de minutos, las patrullas ya estaban peinando el área del Paseo Marítimo y localizando a un grupo sospechoso. ¡Y vaya sorpresa! Dos jóvenes encajaban perfectamente con la descripción dada por las víctimas.
Al notar la presencia policial, estos intentaron fugarse hacia unas rocas cercanas y deshacerse de algunos objetos comprometedores. Pero nada pasó desapercibido para los agentes: mientras unos identificaban a los sospechosos, otros recuperaron tanto una navaja como un destornillador escondidos entre las piedras. Las pruebas eran irrefutables.
A raíz de estas detenciones, los investigadores pudieron conectar estos delincuentes con al menos tres robos adicionales ocurridos anteriormente. Y así es como la noche oscura que debería haber sido solo otra velada veraniega terminó transformándose en una historia más sobre el lado oscuro del turismo.