En la calidez de un septiembre que ya anticipa el otoño, el primer ministro polaco, Donald Tusk, ha alzado la voz ante las afirmaciones del presidente estadounidense, Donald Trump. La semana pasada, cuando varios drones rusos sobrevolaron Polonia, Trump insinuó que podría haber sido un simple error. Pero Tusk no se quedó callado: «Ojalá que fuera un error, pero no lo fue. Y lo sabemos muy bien», sentenció en un mensaje directo a través de X.
Un mensaje claro
No solo Tusk se manifestó con firmeza. Su ministro de Exteriores, Radoslaw Sikorski, también dejó claro su postura: «No, no fue un error». En este contexto de creciente tensión internacional, Polonia derribó esos drones con la colaboración de sus aliados de la OTAN, marcando un hito en los incidentes desde que comenzó la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022.
Mientras Varsovia y sus aliados dan por hecho que Moscú actuó con intencionalidad clara, Trump parece querer restar importancia a la situación. «De todas formas», afirmó el mandatario estadounidense en una reciente declaración, «no me alegra nada tener que ver con toda esa situación. Esperemos que termine».