Cultura

Josep Colom: La música de Mozart y Ravel, un viaje por la evolución del piano

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Este viernes, el talentoso pianista catalán Josep Colom nos deleitará con un recital en la Fundació Pilar i Joan Miró, enmarcado dentro del ciclo Miró i la Música. La cita es a las 20 horas y promete ser un festín musical donde se interpretarán obras de dos gigantes de la música: Mozart y Ravel.

Colom ha compartido su pasión por estos compositores, destacando que ambos son de sus favoritos. «La combinación entre ellos es fascinante», dice con entusiasmo. Este año celebramos nada menos que el 150 aniversario del nacimiento de Ravel, lo que añade una razón más para incluirlo en su repertorio. En cuanto a cómo se relacionan, nos cuenta que Ravel admiraba profundamente a Mozart, algo evidente en su música.

Un toque personal en cada interpretación

Aunque reconoce que puede permitir ciertas licencias con Mozart —incluso improvisar algunos pasajes— con Ravel no hay lugar para eso; él era inflexible respecto a su partitura. «Cada vez que me enfrento a las sonatas de Mozart, encuentro nuevas formas de interpretarlas», reflexiona Colom. Cada concierto es una oportunidad única para redescubrir esos matices sutiles.

A cuatro años de alternar Brahms con Ravel en la isla, confiesa lo que le atrae del compositor francés: «Su claridad y capacidad para transformarse sin dejar de ser él mismo». A pesar de tener un catálogo reducido comparado con otros grandes maestros, su forma de entender el piano es inigualable.

Sorprendentemente, Josep también ha creado una obra dedicada a Ravel: ‘Fantaisie en hommage au Gran Maurice’, donde incorpora elementos ravelianos como homenaje personal desde su perspectiva como intérprete.

Sin embargo, no todo es música clásica pura y dura. Cuando se le pregunta sobre el papel del artista en tiempos convulsos como los actuales, su respuesta no deja lugar a dudas: «La violencia siempre ha existido; ahora tiene una cara aún más oscura gracias a la tecnología». Reflexiona sobre su impotencia ante esto y se pregunta qué puede hacer más allá de ofrecer lo mejor al público. «¿Para qué sirve lo que hacemos? A veces siento que simplemente necesito hacerlo sin pensar demasiado».

A medida que avanza la conversación, Josep plantea la necesidad urgente de romper barreras entre el músico y el público durante los conciertos clásicos. Asegura que hablar sobre las obras antes de tocarlas hace toda la diferencia; ayuda a derribar esa cuarta pared que suele separarlos. Y sí, ¡aplaudir entre movimientos debería ser algo normal! La música no tiene por qué estar limitada por tradiciones anticuadas.

A pocos días de interpretar el ‘Cuarto Concierto’ de Beethoven en Barcelona como solista, Josep destaca cómo cada actuación puede variar según el contexto e incluso menciona cómo adaptarse a diferentes orquestas puede cambiar radicalmente la experiencia musical.

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