Este lunes, a las 21 horas, el Mallorca se enfrenta a uno de esos campos donde los fantasmas parecen asomarse cada vez que pisan la hierba. Sí, hablamos del RCDE Stadium, un lugar maldito para los bermellones que acumulan seis derrotas consecutivas en Primera División. La situación es complicada: solo han logrado sumar un mísero punto en las tres primeras jornadas y necesitan urgentemente rascar algo positivo para no hundirse más en la clasificación.
Un escenario difícil y una necesidad apremiante
Los blanquiazules llegan con viento a favor, siendo una de las revelaciones de este inicio de liga. Mientras tanto, el Mallorca navega en aguas turbulentas y ocupa posiciones de descenso. ¡Cielo contra infierno! Este choque no solo es un partido; es una prueba de fuego para ver cómo respondemos ante la adversidad.
A lo largo de su historia reciente, al Mallorca le ha costado horrores salir con puntos del campo espanyolista. En sus 29 visitas a este feudo, solo han conseguido regresar a casa con tres puntos en cuatro ocasiones. Las estadísticas son desalentadoras: de ocho partidos disputados en Cornellà, solo han logrado una victoria y un empate; el resto son amargas derrotas.
Aunque Jagoba Arrasate ha tenido más suerte que el club en general en estas tierras —incluso rompió algunos sortilegios la temporada pasada—, la presión está ahí. Un triunfo podría cambiarlo todo; podría ofrecernos algo de calma antes del siguiente duelo crucial contra el Atlético. Pero si no se saca algo positivo hoy… nos tocará pensar seriamente en cómo enfrentarnos a Simeone sin que nos tiemble el pulso.
Así que aquí estamos, cruzando los dedos por nuestros chicos mientras esperamos que logren conquistar lo que parece un territorio hostil. Confiamos en ellos; necesitamos ese cambio anímico urgente.