El pasado martes, un hombre de 28 años y nacionalidad colombiana fue detenido por la Guardia Civil en su propia casa de Alicante. Esta detención forma parte de la ya famosa operación Ceviche, donde el sospechoso se enfrenta a graves acusaciones: robos con fuerza en viviendas habitadas, falsedad documental y pertenencia a una organización criminal.
Un grupo que no da tregua
No es la primera vez que escuchamos sobre este tipo de delincuencia. Este es el cuarto arresto relacionado con esta trama desde que en julio fueron atrapados otros tres cómplices de la misma banda, conocida como Lanchas Chilenos. Estos ladrones tienen un modus operandi muy claro: asaltan durante las tardes, forzando ventanas o escalando fachadas, siempre intentando que los propietarios no estén en casa. Pero hay que decirlo: a veces lo intentan incluso con los dueños dentro. Y cuando entran, no se andan con tonterías; se llevan objetos valiosos sin piedad.
La investigación comenzó tras varios robos registrados en zonas como Calvià y Andratx. Los agentes pronto descubrieron que había más de 20 hurtos dispersos por toda la isla y que estos ladrones eran un grupo itinerante altamente especializado. Gracias a un trabajo meticuloso, lograron interceptar a los delincuentes en un ferry hacia Valencia y recuperar objetos valorados en unos impresionantes 300.000 euros.
Ahora, dos meses después de las primeras detenciones, los investigadores supieron que uno de ellos podría estar viviendo en Alicante tras escapar de Mallorca. Así que varios agentes decidieron hacer una visita al lugar donde residía el sospechoso. Con ayuda del equipo de Torrevieja, accedieron a su piso y encontraron un verdadero botín: bolsos, relojes y joyas costosas que, según comprobaron más tarde, eran fruto de sus fechorías en Mallorca.
Así las cosas, este hombre ha sido detenido nuevamente. La historia continúa… ¿Cuántas veces más tendremos que escuchar sobre estas bandas? Es hora de ponerle fin.